Entraste a la ducha por la mañana como de costumbre, un pequeño descuido y ¡Pum! Te resbalaste, ¡qué mala suerte! Ahora sientes un dolor punzante en la espalda que aumenta cada segundo. A tu cabeza sólo se vienen imágenes del tedioso proceso de ir a una clínica, la eterna espera en sala de urgencias y finalmente: El amargo consumo de medicamentos para el dolor que representa una gasto más. No estamos aquí para recriminarte por tu torpeza, pero sí tenemos información valiosa para tu dolor.
Hoy en día, en plena era digital, no hay secretos. Los consumidores saben más acerca de los productos que utilizan y no es raro escuchar acerca del cannabis medicinal y su auge, no es para más, los extractos de esta planta le han dado sopa y seco a los analgésicos convencionales, es que no hacen falta dos dedos de frente para decidir entre una sustancia procesada, repleta de químicos y un extracto natural que por miles de años ha sido utilizado en la medicina, luchando con un estigma creado por las multinacionales de los fármacos, que ha calado hondo en la sociedad.
El cannabidiol o CBD es uno de los tantos compuestos que se encuentran en el cannabis y ha sido objeto de estudio por sus confirmados efectos en el organismo, podemos mencionar su potencial a la hora de tratar artritis, párkinson y el dolor en las articulaciones, entre otras afecciones. El investigador Kevin Boehnke que trabaja para el Centro de Investigación para el Dolor Crónico y Fatiga de la universidad de Michigan dice: «Siempre es bueno tener una herramienta adicional en la caja de herramientas, especialmente una que se ha utilizado durante miles de años y que las personas saben que es relativamente segura».
Cuando hablamos de dolores, tenemos que tener claro que todos los dolores no son iguales y podemos diferenciar tres tipos:
Dolor neuropático: Causado por daño o inflamación de los nervios. (Síndrome de túnel carpiano, ciática).
Dolor agudo o nociceptivo: generalmente ocurre como resultado de una lesión o daño tisular. (Un hueso roto o artritis causada por el roce óseo)
Dolor centralizado o nociplástico: fibromialgia o algunas de las otras condiciones de dolor crónico superpuesto (migrañas, dolores de cabeza por tensión)
Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, debemos saber que cada dolor responde de manera diferente a cada medicamento y que no debemos hacer afirmaciones generales del CBD ni tampoco catalogarlo como una «cura milagrosa», lo que sí tenemos que dejar claro es que los estudios realizados hasta ahora en animales se han dejado ver por sus conclusiones en cuanto a la reducción del dolor y la inflamación, los estudios en humanos son muy pocos, por la situación legal del cannabis a nivel mundial, pero eso no quiere decir que no existan personas que sin ningún objetivo comercial den testimonio de la ayuda que esta sustancia representa en sus vidas.
El problema de los estudios radica en las trabas que ponen los gobiernos, traduciéndose en pocas herramientas para los entes investigadores y oportunidades para que los «vendedores de humo» comercien supuesto extracto de cannabis, cuando en realidad lo que ofrecen es placebos o cócteles misteriosos con efectos dudables.
A principios de este año, un estudio en animales exploró cómo el CBD puede interactuar con los receptores de serotonina, que se cree que juegan un papel en el dolor, la depresión y la ansiedad.
A pesar de los inconvenientes, el futuro promete, incluso ya podemos identificar medicamentos con proporciones 1:1 de THC y CBD, conocido como Sativex, este producto farmacéutico ya está aprobado en varios países para tratar el dolor neuropático, los espasmos y la rigidez muscular relacionados con la esclerosis múltiple y el dolor intenso por cáncer avanzado y actualmente se encuentra proceso de evaluación, lo que nos da esperanza en cuanto al uso del cannabis buscando alternativas sanas y naturales a nuestros padecimientos.
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